Los estudios demuestran que los adultos que aprendieron higiene oral adecuada y comieron alimentos balanceados durante su infancia tienen mayor probabilidad de disfrutar de buena salud oral. Establecer un buen nivel de hábitos de salud oral empieza en la infancia. Los padres y encargados pueden reducir sustancialmente la incidencia de caries infantil dándole prioridad a la higiene oral, promoviendo hábitos alimenticios sanos, y programando atención dental regularmente. Nuestro dentista infantil ofrece un ambiente divertido para toda la familia, que disfrutan niños de todas las edades.
Dele prioridad a la salud oral
El cepillado y eventualmente el uso del hilo dental deben ser parte de la rutina diaria de cada niño. Los pequeños deben cepillar sus dientes al menos dos veces al día con una pasta y cepillos aceptados por la ADA. Alrededor de los 4 o 5 años de edad, los niños y niñas deben ir aprendiendo a usar el hilo dental solos. A veces ayuda convertir la higiene oral en un juego, por ejemplo usando un pequeño reloj de arena para tomar el tiempo de cepillado, o premiando a los niños con stickers o tablas de progreso para ayudar a hacer la higiene oral divertida y memorable.
Establezca hábitos alimenticios sanos
Evite los alimentos cargados de azúcar cuanto pueda. En vez de dulces, prefiera la fruta fresca como una merienda saludable. Limitar el consumo de soda y jugos es especialmente efectivo para prevenir las caries. El azúcar es una fuente natural de alimento para las bacterias que causan caries. Además, las bebidas populares como soda contienen ácido, que debilita a los dientes. Motive a sus hijos a beber agua a lo largo del día. Una dieta baja en azúcar ayuda a controlar las bacterias, y el agua ayuda a diluir el ácido y enjuagar la boca.
Programe atención dental de rutina
La alimentación saludable y la higiene oral adecuada son importantes para prevenir las caries, pero nada puede reemplazar al cuidado dental profesional. Los niños deben recibir dos limpiezas al año, y revisiones anuales. Las limpiezas son necesarias para remover sustancias que no se pueden eliminar sólo con el cepillado y el hilo dental, y los chequeos regulares pueden revelar problemas tempranamente. Entre más pronto se detecten los problemas, menor será el tratamiento. Durante las citas, también ayudamos a educar a los niños sobre buenos hábitos dentales para ir estableciendo una base de empoderamiento del paciente.
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